Categoría: Volumen 32

Otra forma de encontrarnos

“Cuando es verdadera, cuando nace la necesidad de decir, a la voz humana no hay quien la pare. Si le niegan la boca, ella habla con las manos, o por los ojos, o por los poros, o por donde sea” – Eduardo Galeano

Son las 5:30 de la mañana en Colombia, suenan los despertadores de Mónica, Luis, Alexandra, Sandra, Santiago y Elkin, los 6 periodistas que a diario trabajan en Contagio Radio, en el centro de Bogotá. En Buenos Aires, Carlos ya ha enviado su primera entrega de Resumen Latinoamericano y en Lima, Paloma, ya comienza la reflexión en la última semana antes de las elecciones presidenciales que podrían devolver a la familia Fujimori al poder. Son 4 o 5 horas que separan a este grupo de periodistas, pero las apabullantes realidades los unen a todos; aunque con nombres diferentes los poderes económicos y mediáticos, que no duermen, ya tienen lista su maquinaria de desinformación a la que habrá que ponerle luz y lupa en este nuevo día.

“Efectivamente, si hubiera muchos individuos de recursos limitados que se agruparan para intervenir en el ruedo político, podrían, de hecho, pasar a asumir el papel de participantes activos, lo cual sí sería una verdadera amenaza.” – Noam Chomsky

En la región del Magdalena Medio, en Colombia; entre un aire contaminado por el olor del aceite de palma que proviene de las grandes plantaciones injertadas en esta tierra desde la década de los 90’s; don Carlos, campesino de 47 años que recién regresó a su territorio ya está desayunado y escuchando la radio cuando llegan las 7 de la mañana, le atormenta saber que los paramilitares; sus nuevos vecinos desde que le fueron restituidas 4 hectáreas de tierra; han dicho que se van a oponer a la restitución y que van a sacar a la fuerza a quienes pretendan volver. A don Carlos también le preocupan sus 5 vacas y sus 15 gallinas “¿si nos sacan corriendo qué?” reflexiona al calor del mejor café del mundo (según dicen); pero también el peor pagado (según sabemos). Afortunadamente su familia, aún desplazada, está esperando la “luz verde” para regresar también, dependiendo de cómo se den las cosas. En las portadas de los grandes periódicos y en los titulares de las emisoras empresariales resuenan las declaraciones de Luis Carlos Villegas, ministro de defensa “el paramilitarismo es un fantasma”; “vaya fantasma” dice don Carlos con un sorbo en la boca, “yo que nunca les había tenido miedo”. A las 7:30 de la mañana a don Carlos le suena el teléfono móvil, es Mónica, de Contagio Radio. Ella inició el trabajo con un correo electrónico en el que se denuncian las amenazas de los paramilitares a personas como don Carlos. En la conversación Mónica le pregunta si es posible que conceda una entrevista sobre su situación y las amenazas. Don Carlos, se alegra porque podrá contar su versión, muy poco parecida a lo que dice el ministro Villegas que resuena en la emisora del ejército. Pero también se asusta, “si, pero que no salga mi nombre” ordena con propiedad. Los paramilitares han dicho “quien hable se muere”. La entrevista fluye entre la tranquilidad que da la confianza y el miedo que da llamar a las cosas por su nombre, “los paramilitares se están reuniendo, quieren ver cómo impiden la restitución” afirma don Carlos, mientras Mónica, cuando vuelve a escuchar, se pregunta cómo hacer para que Carlos en Argentina y Paloma en Perú, entre muchos otros, entiendan lo que a diario tiene que vivir Don Carlos, a lo que se enfrenta y cómo lo enfrenta. Al final de la mañana, como a las 11:30, la historia de Don Carlos, sin su nombre, la conocen ya 3000 personas, que se suman a las voces que exigen desmontar el paramilitarismo y que se garantice que la gente pueda vivir en paz. Como don Carlos, con sus 5 vacas, 15 gallinas y su familia completa en la tierra que los ha visto crecer y que quiere ver crecer a las generaciones actuales y a las futuras. Paloma y Carlos ahora ven que la historia de Don Carlos no es tan lejana la historia de los campesinos invadidos por las plantaciones de Soja o a los indígenas de Cajamarca que pelean para que no se les acabe el agua. Mientras tanto, Don Carlos ya se terminó su segundo café del día.

“Yo vengo de una familia conservadora, estudié en una universidad privada y muy alejada de esta realidad, uno casi nunca escuchaba este tipo de historias. Ahora pienso que poder comentar esto con mi mamá o con mi novio les ayuda a ver su país con otros ojos, y a mí me ayuda para no dejarme hundir. Pienso que, si Don Carlos resiste y tiene esperanza, yo por qué me voy a desesperanzar? Eso es lo que quiero que lea la gente en la nota que escribo, que hay esperanza” – Mónica Lozano, periodista de Contagio Radio

“Se trata de un sistema de medios que es de autoprotección; cuestionarlo dependería de la comprensión del público y de que el poder se organizara para efectuar un cambio político. A través de este último, entonces, se podría lograr eventualmente la reestructuración del sistema.” – Edward S. Herman

Sandra comenzó el día escandalizada con “los papeles de Panamá”. En Colombia poco o nada sustancial se dice de eso. Algunos medios desatinan al decir que son 850 colombianos incluidos en la lista, pero enfatizan en que no por estar en paraísos fiscales son dineros ilegales o están infringiendo la ley. A las 8 de la mañana, justo antes de iniciar el programa en vivo, llega por las redes sociales la información de que en Islandia renunció el primer ministro porque la gente salió a las calles a exigirlo después de saber que el señor Sigmundur tenía 3 o 4 empresas en esos llamados “paraísos fiscales”. ¿Será que en Colombia no va a pasar nada? Se pregunta Sandra. Hace llamadas al congreso, a la Dirección de Impuestos y a dos o tres personas de organizaciones sociales. En Colombia no va a pasar nada, es la conclusión. Uno que otro político oportunista sale a decir que habrá control político y otros cuentos más, pero al final de cuentas, no va a pasar nada. “No entiendo cómo hacer una reforma tributaria cuando hay tanta plata que los empresarios esconden para no pagar impuestos” comenta Sandra mientras se acomoda en la silla y arregla el micrófono para la entrevista que sigue. El equipo decidió llamar a Gloria, una señora que sobrevive trabajando como aseadora y lavando ropa en casas de familias de clase media alta. La señora Gloria es una de las madres de los jóvenes víctimas de los “Falsos Positivos”, más de 5000 según cifras no reconocidas por el Estado. Gloria afirma que el gobierno ya no tiene vergüenza, que el caso de su hijo está en la completa impunidad mientras algunos congresistas gozan de casa por cárcel y además tienen dinero y empresas en Panamá. “No sé de qué vamos a vivir, me mataron a mi hijo que me ayudaba con las cosas de la casa y ahora nos quieren acabar con más impuestos” “Una situación más que injusta, doña Gloria es dos veces víctima, por un lado las Fuerzas Militares y por otro lado el sistema económico” cierra la nota Sandra para salir del aire. Renglón seguido consulta la página de Resumen Latinoamericano que da cuenta de una demanda que harán en Argentina contra Mauricio Macri por el escándalo de los paraísos fiscales, agrega que en Brasil el principal impulsor del juicio político a Dilma, esta también en “Panamá Papers”. Lo lee en directo. A las 10:30, justo antes de terminar la nota y en medio de frio de esa mañana, entra una llamada; un grupo de abogados ha decidido investigar y demandar al esposo de una periodista del grupo Prisa. La nota está lista a las 12 del día.

“Uno se va encontrando con que todos ellos (los implicados, los militares, los empresarios) han tejido una maraña, son los mismos con los mismos intereses, todos pretenden taparse la cara, hay que destaparlos, poner sus nombres, sus historias, sus delitos. La gente tiene que saber eso para que cuando los vuelvan a ver digan: esos son los mismos de siempre, ellos no son el cambio” – Sandra Gutiérrez, periodista de Contagio Radio

“El acto de la recepción en el proceso comunicativo de la música, cobra un papel activo ya que cada receptor es el inicio de nuevos trayectos interpretativos, que a su vez pueden poner en marcha otros procesos comunicativos.” – José Luis Campos García

Santiago inicia su día de la manera más amable posible, escuchando música que luego, con gusto, compartirá con la audiencia. En diciembre se conmemoró la muerte de Nelson Mandela y en medio de la memoria colectiva apareció Miriam Makeba, ícono de la música contra el apartheid en Sudáfrica. Santiago la escucha y encuentra allí esas nuevas narrativas, no solamente con la letra de las canciones sino con la historia misma de la cantante, que volvió a su tierra cuando Mandela quedó en libertad en 1990. “Con la música también comunicamos” dice Santiago, en el caso de Mama África, podemos compartir la lucha del pueblo negro en ese país, que así como en el de nosotros, luchó por volver, por sobrevivir en medio de las balas, por buscar la reconciliación a pesar del dolor, pero eso sí, sin olvidar, afirma Santiago mientras pone a sonar a Makeba, con su canción "Holilili". En medio del programa, a eso de las 9:15 de la mañana, entrevistamos a Marino Córdoba, reconocido líder de las comunidades afrodescendientes en Colombia. Marino, hombre curtido por los años y las peleas políticas, afirma que las comunidades negras en Colombia siguen siendo víctimas de discriminación, son por lo menos 40 territorios colectivos que no han querido ser titulados a las comunidades. Esas tierras, que les pertenecen por derecho, por habitarlas y cuidarlas durante más de 50 años, están siendo invadidas por colonos y por las empresas mineras con la aprobación del gobierno nacional. Termina la entrevista en medio de la exigencia de reconocimiento para esas comunidades. Desde el master se sube el volumen y regresa la voz de Makeba. Manos en la consola; Emabhaceni comienza a sonar, son apenas 2 minutos; baja el volumen, un poco de la historia de Makeba, de fondo los coros hermosos que rememoran bosques y agua, que transportan a la libertad; la voz de Santiago parafrasea la escueta traducción del Suajili en la que se alcanza a entender que la libertad y la paz son tanto allá como acá. Termina la canción, de inmediato suena la cuña, arriba el volumen, “contagio radio punto com, otra forma de encontrarnos” en la voz profunda del amigo argentino Eduardo Natchman.

“Uno a veces no alcanza a entender como la música relata el dolor y lo hace ver y sentir como esperanza, pareciera que la música transforma el dolor en ganas de bailar, en alegría. A mí me pasa eso, y aunque las letras describan la sangre, siempre, por encima de todo eso está de nuevo la alegría, el dolor se puede cantar y bailar y también se convierte en fuerza para seguir, a mí eso me asombra” – Santiago Lozano, productor de Contagio Radio

“Las cosas que suceden cuando nadie lo espera no son siempre malas noticias, a veces son cosas muy bellas, y este es un modo, un mensaje de la vida para decirnos que vale la pena, que vale la pena esperar estas noticias.” – Eduardo Galeano

Son las 3:30 de la tarde. Conversación por WhatsApp en el grupo de los comunicadores de la red CONPAZ.
  • Buenas tardes amigos de contagio, les escribe Nidiria reportándose desde Buenaventura.
  Llega una imagen. Miles y miles de chontaduros alrededor de ellos gente con caras sonrientes.
  • ¿Qué es eso? - Pregunta Alexandra.
  • Chontaduro, llegó la cosecha.
  • Muy bonitas las fotos.
  Parecía que Nidiria, joven de 23 años, negra, habitante del territorio colectivo del río Naya, sencillamente estaba compartiendo un paisaje colorido que se pinta en el malecón de la ciudad de Buenaventura. Controlada casi en su totalidad por las estructuras paramilitares que defienden los proyectos de ampliación del puerto más grande de América Latina sobre el pacífico. Sin embargo, no solamente el colorido de los chontaduros y las trenzas de las mujeres eran el mensaje. Todo ello era solamente una pequeña parte la historia que cuentan las fotos.
  • Hace 5 años no había tanta fruta
  • Y ¿por qué?
  • Las fumigaciones no dejaban madurar los frutos, es chontaduro del Naya.
  • ¡Uy qué bien!
  Alexandra comenzaba a entender que los frutos del chontaduro no llegaban a madurar en ese territorio porque lo impedían las fumigaciones con glifosato que hacen las fuerzas militares y de policía, supuestamente para erradicar los cultivos de uso ilícito. Tiempo atrás, en uno de los 6 talleres de comunicación en Buenaventura, Nidiria explicó que las comunidades negras decidieron no permitir que fumigaran sus territorios y en lugar de ello propusieron mecanismos de sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito. “Una vez llegaron con avioneta y helicóptero y no los dejamos trabajar” contó entre risas.
  • Cuéntame más –Se apresuró a escribir Alexandra
  • En este momento siguen llegando las embarcaciones con más de 5 toneladas de chontaduro que vienen del río, se le arregló por un rato la vida a la gente.
  Alexandra, en medio de su asombro por la profundidad del asunto que acababa de tratar desde su teléfono móvil, gritó “hay que subirlo, es tremenda nota”. Abre el editor de la página en la sección “Comunidades”. Tras impedir fumigaciones con glifosato vuelve al chontaduro a Buenaventura, titula. Son las 5 de la tarde.  

“Una imagen, además de provocar algo al ojo tiene que provocar algo al alma, así sea una imagen fuerte debe llegar a alma, algunas van hasta provocar dolor y ayudar a pasar del dolor a la indignación que luego genera movimiento, acción. Otras generan alegría y sonrisas. Para mí las fotografías son el principio de un nuevo ciclo de vida” – Luis Galindo, Fotógrafo y Community Manager de Contagio Radio

 

“los medios comerciales están distorsionando cada vez más el sentido profesional del periodismo; tienden a convertirlos en propagandistas (…) luego tienden a convertirlos en empleados leales de una gran empresa (…) eso les da una desfiguración espiritual consistente en que ellos se sienten representantes de ese medio (…) en cambio, no se está pensando que lo mejor que puede pasarle a un candidato a periodista es aprender a crear medios alternativos al servicio de su comunidad.” – Javier Darío Restrepo

  Cerca de las 8 de la noche, Elkin llega a su casa, consulta la cuenta de Twitter y encuentra que mañana será un día agitado, muchas noticias nuevas. Las madres comunitarias han decidido acampar frente a las instalaciones del ICBF para exigir condiciones de trabajo dignas para ellas y condiciones de vida digna para los niños y niñas que reciben a diario. En Palestina se anuncia que durante la jornada han sido asesinados 13 palestinos y que hay médicos en las cárceles administrativas que ayudan a definir los mecanismos de tortura de acuerdo a la personalidad de los detenidos en Israel. En Caldas una comunidad entera decidió sacar empresas de sus tierras. En la cuenta de Twitter de algunos congresistas colombianos aparece el anuncio de un debate de control político por el paro armado de los paramilitares de la semana anterior. Los campesinos están planeando la defensa de una ley que los reconoce como sujetos de derechos lo que podría significar la posibilidad de más mecanismos de defensa de sus tierras. Pero también están las noticias de hoy, las que no se pueden dejar atrás, esas historias deben configurarse no como el pasado, sino como un paso adelante, esas noticias de hoy hacen parte de la historia que nos hace ser y por eso no se deben quedar atrás, nunca olvidadas. “Ahora hay que revisar lo que nos han dicho” piensa. Muchas veces las cuentas de redes sociales están cargadas de insultos por x o y noticia, por una columna de opinión u otras cosas. Sin embargo, una reacción devuelve el alma al cuerpo, "que emisora tan esperanzadora, felicitaciones y sigan así” dice un tuitero. Son las 11 de la noche. En Argentina Carlos ya envía su primer resumen de la madrugada y en Perú, Paloma, se prepara para otro día. Mañana de nuevo con ustedes, como siempre. Suena el despertador. Buenos días…  

“El oficio del periodista es difícil y de mucha responsabilidad, se trata de compartir vidas y ayudar a que las vidas se comprometan unas con otras, se trata de encontrar lo que hay de vida en medio de la muerte, lo que hay de esperanza en medio de la desesperanza, la ventaja es que la vida y la esperanza siempre están por ahí” – Elkin Sarria editor de Contagio Radio

    Fotografía de Contagio Radioabc

“NAXME” La Radio del pueblo Me’Phaa, San Miguel del Progreso, región Montaña, estado de Guerrero, México

Hace tres años en el corazón de la montaña del estado de Guerrero en México, inició la aventura de comunicación impulsada desde la estación de radio “Naxme”, del pueblo originario Me’phaa, con el propósito de aportar información en su idioma, sobre el contexto y la cotidianidad de los pueblos de la montaña pero sobre todo proporcionar información sobre la problemática estructural que aqueja a los pueblos de la región, en especial debido a la imposición de proyectos extractivos, sobre todo de tipo minero, así como también en torno a la imposición por parte del gobierno para establecer en el territorio comunitario una reserva de la biósfera. Desde entonces prevalece uno de los esfuerzos más fructíferos de los llamados sistemas de comunicación alternativos desde las manos y para la disposición de los pueblos de la zona. Equipo escaso, reglas gubernamentales imposibles de cubrir para transmitir en “legalidad” de acuerdo al parámetro que para ello ha implementado el gobierno mexicano, pocos recursos financieros para solventar la operación que incluye; la movilidad para los reportajes y el mantenimiento del equipo, son algunas de las causales que nos impiden construir procesos de comunicación e información alternativa, a la vez que se vuelven  un reto magnífico de PODER local desde los pueblos para los pueblos, porque trascienden a las vicisitudes de una realidad impuesta por un sistema dominante que no solo bloquea el despliegue de procesos alternativos, sino que impone sus propias reglas del juego para inhabilitar cualquier esfuerzo que se pueda traducir en competencia local; pero sobre todo mediática e informativa que genere análisis y reflexión de procesos. Es en ese contexto en el cual se mantiene radio NAXME para informar y generar reflexiones al interior de las comunidades para que éstas tomen no sólo sus propias decisiones sino mejores, a la vez que su programación alegra la vida con la trasmisión de lo propio, de lo entendible en idioma local, de lo cultural, pero también advierte de lo ajeno que atenta contra la comunalidad, contra los bienes naturales y contra el territorio del pueblo originario. En consecuencia, a través de la comunicación y de la información radio Naxme posiciona y fortalece a hombres y mujeres que resisten y se defienden de quienes desean expropiarles su comunalidad. Argumentación En medio de esta era en que los sistemas y la tecnología de la comunicación ha logrado los más altos estándares de globalidad, masividad y trascendentalidad, prevalece la opacidad informativa, la manipulación del mensaje, el uso de lenguajes de comunicación ilegibles e incomprensibles, además del fomento de monopolios que controlan las principales estructuras de comunicación para facilitar la propagación de mensajes inertes para provocar consumo desmedido, a la vez que generan ansiedad y fomentan estereotipos que en conjunto apuntan a la creación de un público cautivo con fuertes carencias para llevar a cabo análisis de la realidad, que en consecuencia facilita la imposición de modelos políticos y comerciales de adquisición masiva. El entorno es concreto, la comunicación alternativa se manifiesta en un entorno de sistemas de comunicación comerciales y comercializadores y con quienes, desde hace varios años, debe enfrentar una cruenta batalla por promover, generar y defender espacios de comunicación de pueblos y comunidades que en su parte medular apuestan por procesos alternativos de carácter político, productivo, económico, mediático y de fortalecimiento social de mujeres y hombres para que, desde su realidad, logren mantener sus principales fuerzas; la continuidad de la comunalidad, así como la preservación de su territorio y los bienes naturales que los circundan. “Radio Naxme” del pueblo Me’phaa, se localiza en la comunidad de San Miguel del Progreso, en el municipio de Malinaltepec, región Montaña, estado de Guerrero, México. Desde su nacimiento ha sido referente de un proyecto alternativo de comunicación e información porque incorpora el quehacer cotidiano como centro de su estrategia de comunicación. Por medio de su narrativa recoge la historia de los grandes acontecimientos en los pueblos para que las nuevas generaciones no olviden sus raíces, su origen y su destino. Permanentemente informa lo que la comunidad y las poblaciones circunvecinas proponen como temas de interés local y regional; avisa de las amenazas, a la vez que propagan las alternativas para combatirlas. También de alguna manera proporciona elementos de juicio para que se mejore la organización comunitaria. Es un medio de comunicación en manos de gente de la comunidad, es un medio que habla para sí mismo de la problemática externa que los aqueja, es también un medio de comunicación de puertas abiertas en donde, sin censura, se pone la palabra para que los demás la escuchen y vayan creando su opinión; es una radio sencilla pero muy rica en diversidad informativa porque habla de la cultura de los pueblos, y en particular hace énfasis en el pueblo Me’phaa por este, su origen. Este medio de comunicación alternativo facilita y permite conocer la opinión y la voz de mujeres y hombres de cualquier edad, de tal manera que permea los diversos conceptos e intereses que prevalecen en la comunidad, a la vez que, a través del intercambio refuerza lo propio, lo sagrado y lo relevante que es dialogar para comunicar. Su principal virtud es ser un medio de comunicación de la comunidad, la cual mantiene una programación legible para sí misma, y por ello es un medio alternativo a lo convencional pues rompe con los programas cotidianos y carentes de información relevante, para entonces ocupar ese vacío que se ha logrado cimentar porque han resuelto que el uso de la comunicación y en particular de la buena comunicación, se puede usar para crear condiciones de una sociedad que, desde la participación, puede actuar en colectivo para atender sus necesidades concretas. Radio Naxme igual trasmite la petición de lluvias, como los spots contra las amenazas al territorio de proyectos extractivos; toca la música tradicional de las bandas comunitarias, como también hace referencia a la de los pueblos de otras naciones, emite comunicados y avisos que ayudan a resolver las carencias de caminos y la falta de señal telefónica, promueve los foros y encuentros de los pueblos, abre espacios a grupos e individuos que quieran compartir música, experiencias, comentarios, historias. La paradoja es que es una radio que carece de toda la tecnología que hoy supuestamente ha acercado a la humanidad entera y ha recurrido sólo a la estrategia de comunicación para dar un servicio de dialogo permanente, el cual, los otros medios a pesar de toda su tecnología son incapaces de alcanzar. Radio Naxme es una radio alternativa y en construcción permanente; es también una radio en resistencias porque la trasmisión de la verdad es coartada por gobiernos que se niegan a respetar el derecho pleno a la información; es una radio cultural que se refrenda a sí misma al compartir sus historias que nada tiene que ver con las de los otros medios en donde prevalece la banalidad, el esoterismo y el voyerismo de lo trivial. Conclusiones La radicalidad del capitalismo ha impuesto una forma de comunicación masiva capaz de trascender en todas sus formas, desde la construcción del mensaje, hasta el medio de trasmisión y su destino para estorbar y estropear la posibilidad de análisis y reflexión de la información que envían. Su propósito es generar mujeres y hombres inertes a su realidad y dispuestos a vivir del consumo sin control. La llamada comunicación alternativa es una forma de resistir los sistemas de comunicación convencionales, pero para que verdaderamente se defina como comunicación alternativa, esta no sólo debe estar en manos de la comunidad, sino debe trascender en la discusión del tipo de información que debe trasmitir para refrendar al sujeto destino de los mensajes que se emiten. Radio Naxme busca informar para crear reflexión, análisis que, desde las historias y los recuerdos de los pueblos fortalezcan la comunicación bajo un proceso de intercambio dialógico que básicamente pondere la discusión colectiva, el acuerdo consensado y el renuevo de lo ya aprendido. Radio Naxme trasciende como alternativa de comunicación ante el paradigma de la modernidad, la tecnología y la masividad del mensaje, ese que los grandes medios emiten para que llegue a muchos pero que no genera nada. La comunicación alternativa hecha voz en la radio, lleva a un constante proceso de contacto con la información que no está en la cabina, sino fuera de ella, por lo tanto, se debe salir a buscar la información relevante que una comunidad decide requerir para incrementar su saber, su opinión y su participación. La comunicación alternativa se hace a partir de un planteamiento y posicionamiento contrario al capitalismo, porque si no es así, corre riesgo de caer en lo mismo.   Foto : Radio Naxmeabc

Medios alternativos de comunicación: herramientas de lucha y empoderamiento social

A las seis de la tarde se encendieron los altoparlantes, en medio de la música, los saludos y las dedicatorias, hablaron de la basura, del lugar donde la botan, de la contaminación que produce y la necesidad de adecuar un nuevo espacio donde puedan dejar los desechos, lejos de las fuentes de agua que surten al pueblo para su consumo cotidiano. Esa semana abordaron varios temas: el maltrato animal, la drogadicción, el alcoholismo y la violencia intrafamiliar. Como es usual, en cada programa hablan de algo diferente, porque no solo se trata de entretener a la gente, también buscan unirla y comprometerla con el bienestar de la propia comunidad. Todos los días, a las seis de la tarde, el Centro de Producción Radial Arboleda, prende sus micrófonos durante una hora. Su forma de emisión es amplificada, utilizan unas pequeñas bocinas que están ubicadas en el techo de una casa, en la parte más alta para que su sonido pueda llegar a todos los rincones del pueblo. Su idea inicial de tener una emisora se vio truncada por la legislación nacional que solo autoriza una radio comunitaria por municipio, pero esto no los detuvo, sus deseos de informar, contar historias y motivar a la gente, los llevaron a crear un medio de comunicación alternativo, liderado por miembros de la misma comunidad, en el que participan hombres, mujeres, niños, jóvenes y ancianos. Arboleda, es un pequeño caserío ubicado en el municipio de Mercaderes en el Departamento del Cauca, habitado por campesinos que trabajan la tierra y viven de la agricultura. Como muchos otros sectores del país fueron fuertemente golpeados por la violencia y el conflicto armado que se vivió en Colombia durante los últimos años. Historias de muerte, de miedo, de desplazamiento se suelen escuchar por sus calles, pero también se oyen risas, se habla de sueños y de los nuevos proyectos. La gente está rompiendo el silencio, se está reencontrando y se está organizando y necesitan medios de comunicación que los escuchen, los apoyen y los motive. Con el Centro de Producción Radial se abrió un espacio de participación ciudadana encaminado a mejorar el bienestar social y la calidad de vida de los arboledeños. Sus objetivos estaban claros, a través de sus programas buscaban reconstruir el tejido social, reforzar el sentido de pertenencia, promover la identidad local y apoyar las tradiciones culturales de una forma incluyente que permitiera la vinculación de los sectores sociales que hacen parte del pueblo, porque en su radio hay espacio para todas las voces y se abordan temas que no se hablan en los otros medios y que responden a sus propias necesidades, expectativas, problemas y realidades. A las siete de la noche, se cerraron los micrófonos y se apagaron los altoparlantes, el programa cerro con la invitación a realizar una reunión para definir el nuevo lugar donde se va a depositar la basura, hay muchas propuestas pero es una decisión que debe tomar la comunidad, lo importante es que todos participen y se comprometan. Por supuesto, la radio va a estar presente para volver a convocar la gente, informar los acuerdos a los que se lleguen y hacer el seguimiento permanente para que se cumplan. Al final, mientras guardan los equipos, preparan el tema para el día siguiente, tienen pensado realizar una “Radioton” que busca recolectar dinero para ayudar a una vecina que tiene a su hijo en el hospital. El derecho a la comunicación, una forma de democratizar la palabra. El Centro de Producción Radial Arboleda, es sólo uno de los tantos medios de comunicación alternativos que han surgido en Colombia en los últimos años, al igual que los demás, responde a necesidades específicas de las comunidades que reclaman el derecho a la comunicación que les fue negado durante mucho tiempo. Sus historias, sus problemas fueron invisibilizados por los medios masivos de carácter nacional; sus voces, sus opiniones y sus testimonios no fueron tenidos en cuenta, incluso la comunicación personal que se da entre los vecinos fue prohibida en muchos lugares, como una forma de generar miedo y reprimir la organización comunitaria. Tener una emisora habría sido ideal si se tiene en cuenta que el derecho a la comunicación no sólo debe garantizar el acceso a los diferentes medios de comunicación y a la información que circula a través de ellos o permitirle a las personas ser consultadas y expresarse por esos canales, también habla de ser propietarios de los medios con el fin de romper el monopolio y democratizar la palabra; pero por aspectos legislativos es imposible que en todas partes se instale una radio pública o comunitaria, es así como empiezan a surgir otras alternativas, que parten de las necesidades y los recursos con los que cuenta cada comunidad. Los centros de producción radial son espacios adecuados técnicamente para realizar creaciones sonoras, en las que suelen participar diferentes sectores sociales que voluntariamente se reúnen y se capacitan para pensar y contar historias desde sus propias realidades e inquietudes. Lo ideal es que se logre realizar un convenio con la emisora comunitaria o de interés público del municipio para que emitan su trabajo, pero no siempre se puede hacer el contacto, por eso se proponen otras formas de difusión como el sonido amplificado por parlantes o bocinas, internet, blogs, redes sociales, discos compactos o memorias digitales. Aunque no funcionan como emisoras y no tienen una programación permanente las 24 horas, estos centros cuentan con todo un sistema organizativo y antes de iniciar la fase de producción sonora, realizan un proceso de formación en el que no solo aprenden sobre géneros, formatos, entrevistas, grabación y edición, también se centran en pensar la estructura social que le quieren dar a su medio. Entre todos construyen el proyecto comunicativo que incluye los objetivos, la misión, el código de ética y el manual de estilo con reglas básicas que definen el lenguaje, los contenidos y el tratamiento que se le debe dar a los temas que aborden en sus programas. En Arboleda y en muchas otras regiones del país, la radio llegó por medio de estos centros de producción que se convirtieron en herramientas de lucha y empoderamiento social. A través de ellos las comunidades recuperaron su voz, ahora pueden hablar, expresarse, conocerse y reencontrarse. Con la radio recuperaron el derecho a la comunicación, pero no solo eso, también aprendieron a escucharse, a debatir sobre temas sociales, culturales, políticos o económicos y a trabajar juntos para defender y exigir los demás derechos, como la salud, la vivienda, el trabajo, la educación y todos aquellos que les garantizan una vida digna y promueven la transformación social. La radio: voces y sonidos que generan identidad. Hoy los arboledeños tienen su propio medio de comunicación, uno diferente, uno alternativo. Entre todas las posibilidades, escogieron un centro de producción, porque así se acercaban a la radio y con ella podría emitir una diversidad de discursos encaminados a generar un reconocimiento de su propia comunidad y de la sociedad en general. Una radio para programar música, para hacer declaraciones de amor, saludar a los que están de cumpleaños, dar información de interés para sus oyentes, debatir sobre diversos temas, movilizar a la gente, promover campañas de aseo, contar chistes o recuperar la memoria histórica a través de radionovelas escritas y actuadas por ellos mismos. La radio permite hacer muchas cosas, sus contenidos pueden generar sentido de pertenencia, promover la convivencia y la participación de las comunidades, reflejar la cotidianidad y las particularidades que caracterizan a cada pueblo.  La radio como medio de comunicación representa “una expresión del modo de ver, de interpretar y de concebir el mundo, propio de quienes lo producen. Lo que se emite involucra aspectos de las experiencias individuales y colectivas. Los temas, lo que se propone, lo que se explora o se deja de explorar, los énfasis y las elaboraciones que se hacen tienen relación con el contexto de quienes producen los programas" [1]. Pero no solo eso, la radio también educa y en medio de ese proceso se involucran otros elementos como el fortalecimiento de la identidad y la cultura. Mario Kaplún quien concibe la radio como un instrumento de educación y de desarrollo social y cultural, citando a la UNESCO, señala que la radio es “la única técnica de comunicación avanzada que se ha incorporado realmente al Tercer Mundo, se ha expandido y culturizado  ampliamente (...) Con la miniaturización y la transistorización, que permiten costos muy bajos, la radio está llamada a revelarse cada día más como un instrumento bien adaptado a las culturas fundadas en la transmisión oral y en los valores no escritos" [2]. Los centros de producción radial y la radio con enfoque comunitario, permiten que la propia comunidad se escuche, se conozca y se organice. En estos medios la gente identifica su manera de hablar, sus gustos y sus costumbres. Así mismo, a través de las producciones sonoras se incorporan discursos, música, artistas, historias, narraciones y formas de concebir el mundo. Sus contenidos abren una puerta a otras culturas, a diferentes dinámicas sociales que buscan re-significar y re-estructurar los elementos característicos de la sociedad. Su labor consiste en generar espacios de convivencia, tolerancia y respeto, encaminados a liderar un cambio político y cultural. El Centro de Producción Radial Arboleda y el trabajo que hace para contribuir al fortalecimiento, el desarrollo y la transformación social y comunitaria, es un claro ejemplo de por qué la comunicación debe considerarse como un derecho fundamental y por qué se deben dotar a las comunidades de las herramientas necesarias para que lo puedan ejercer libremente. Los medios comunitarios y alternativos hacen de la comunicación un escenario de diálogo, análisis y debate intercultural, en donde se fomenta la cultura, se refuerza la identidad, se recupera la memoria histórica, se reflexiona y se construyen caminos que fortalecen la integración social.   Foto : Integrantes del equipo de producción del Centro de Producción Radial Arboleda. Fotografía de Sandra Lorena Rojas Villamuez.  
Notas [1] El'Gazi, Jeanine. (2000). “Que suene la radio. Guía de trabajo del taller de producción radial”, Bogotá, Unidad de Radio del Ministerio de Cultura [2] Kaplún, Mario. (1992). A la educación por la comunicación: la práctica de la comunicación educativa. UNESCO/OREALC.abc

No al silencio. Artículo pronunciamiento de la Red de Periodistas de a Pie ante el asesinato de Javier Valdez

Un asesinato estremece al gremio. Uno más. Uno más de una suma macabra --por impune-- y dolorosa. Uno más de una cantidad monstruosa que acumula dolientes casos sin resolver, cinco si miramos sólo los meses que lleva este año: Cecilio Pineda, Ricardo Monlui, Miroslava Breach, Maximino Rodríguez y hoy Javier Valdez, sí, Javier Valdez, el valiente autor de Los Morros del Narco, Miss Narco, Con una granada en la boca, MalaYerba, entre otros libros, y fundador del medio electrónico Río Doce. Este año se sostiene la estadística: cada 22 horas en promedio, un periodista es agredido mientras ejerce su oficio de cuestionar, investigar e informar. También, cada 22 días se ha asesinado a reporteros. Y suman 32 si miramos todo el sexenio del priísta Enrique Peña Nieto: Gregorio Jiménez, Moisés Sánchez y Rubén Espinosa son tres de los más significativos, no sólo por ser periodistas veracruzanos de origen, la entidad que más ataques ha recibido en su libertad de expresión en los últimos años con el ex gobernador Javier Duarte a la cabeza, sino porque en los dos primeros casos se trata de reporteros de medios pequeños, que debían alternar su actividad periodística con otras formas de remuneración que les permitieran la subsistencia; Goyo haciendo fotos de bodas, Moisés conduciendo un taxi. En el tercero, Rubén, porque los homicidas lo siguieron desde Xalapa, Veracruz; llegaron por él hasta un departamento de la colonia Narvarte, en el corazón de la ciudad de México y lo llenaron de balas. A él junto a cuatro mujeres más (Nadia, Yesenia, Alejandra y Mile). Y si extendemos la cuenta hasta el año 2000, los fríos números nos hablan de 105 casos. Y ya no hay espacio que alcance para nombrar a tantos muertos, cada uno de ellos y ellas un impacto, una cuchillada a una frágil democracia que busca afanosa bocanadas de oxígeno y sólo encuentra plomo y más plomo. En el año 2011, cuando Javier Valdez Cárdenas recibió el Premio Internacional de Libertad de Prensa del CPJ dijo: “En Culiacán, Sinaloa, es un peligro estar vivo y hacer periodismo es caminar sobre una invisible línea marcada por los malos que están en el narcotráfico y en el gobierno; un piso filoso y lleno de explosivos. Esto se vive en casi todo el país, uno debe cuidarse de todo y de todos”. Y también dijo: “Esta es una guerra. Sí, pero por el control del narco, y nosotros, los ciudadanos, ponemos los muertos. Y los gobiernos de México y Estados Unidos las armas. Y ellos, los encumbrados, invisibles y agazapados, dentro y fuera de los gobiernos se llevan las ganancias”. Ninguna respuesta del Estado ha funcionado. A finales del sexenio de Felipe Calderón se anunció la creación del Mecanismo de protección para personas defensoras de derechos humanos y periodistas. Un elefante blanco que de poco o nada ha servido para lo que dicen que lo crearon. Hace unos días Peña Nieto prometió el cambio de titular en la Fiscalía Especial para la Atención de los Delitos contra la Libertad de Expresión, un organismo que en seis años inició 800 carpetas de investigación por agresiones a periodistas y sólo ha resuelto 3 casos, 0.3 por ciento del total, según un análisis realizado por la organización Artículo 19. Sí, 0.3 del total. En México existen 98% de probabilidades de que un delito quede sin castigo, pero en el caso de los periodistas la cifra es de 99,7%. Ésta es una de las razones centrales de por qué no cesa la violencia contra periodistas: porque los agresores se saben impunes. En cada uno de los 105 homicidios, de las 50 desapariciones y decenas de ataques a periodistas, ha habido condenas de autoridades, incluso ahora del presidente Enrique Peña Nieto, pero todo se queda en palabras. Las instituciones gubernamentales para proteger periodistas no funcionan. Al Mecanismo, por ejemplo, no se le asignó un peso en el presupuesto fiscal de 2017. Y el dinero de operación, resultado de un fideicomiso, se agotará en septiembre. Nada hay en el escenario próximo que indique un cambio verdadero, no sólo de funcionarios como en la Fiscalía que tiene un nuevo responsable, Ricardo Sánchez Pérez del Pozo. Los expedientes se siguen acumulando. El último tiene el apellido Valdez, el Virgilio en el descenso a los infiernos del narcotráfico. En 2011 Javier, en la citada ceremonia de premiación también dijo: “En Ríodoce hemos experimentado una soledad macabra, porque nada de los que publicamos tiene ecos y seguimiento, y esa desolación nos hace más vulnerables”. Hoy quiero pensar que no estamos solos los periodistas, pero en un acto de transparencia, también, es claro que el 15 de mayo de 2017 al medio día mientras íbamos hilvanando los informes escuetos de su asesinato en una calle de Culiacán, muchos periodistas nos sentimos abandonados por la sociedad. Sentimos que nos han dejado solos. Los doce tiros en un supuesto robo de vehículo retumban en la cabeza: no, a Javier lo mataron aquellos afectados por su periodismo sobre narco y abuso de poder. No le demos vueltas al asunto. Salimos a caminar, paramos un rato, lloramos y de alguna manera, pedimos que la voz de Javier Valdez Cárdenas no se extinga pues su trabajo de desentrañar el crimen organizado debe seguir teniendo el eco necesario, aunque tengamos claro, también, que si las redes de corrupción entre el gobierno y la delincuencia organizada mataron a Miroslava Breach como a Javier Valdez, entonces ningún periodista en México que emprenda con ética como fervor el ser útil a través del periodismo, está seguro. 16 de mayo de 2017   Este texto fue publicado originalmente en el sitio web de Periodistas de a Pie: http://periodistasdeapie.org.mx/editorial-23.php.abc

Comunicación popular para la liberación

“La justicia social se cumplirá inexorablemente…” – Eva Perón. Como en un sueño de soñadores compulsivos, el Bajo Flores, nombre no oficial de un barrio que no existe en los mapas, nació cargando el peso de la dura realidad social y económica de mitad del siglo XX, en una República Argentina manejada por las familias más adineradas su oligarquía, después de un largo período de Justicia Social en un gobierno de trabajadores con la presidencia de Juan Domingo Perón. Hombres y mujeres de todas partes del país, desplazados en esa realidad de miseria que se imponía, llegaron al lugar que antes de ser conocido como Bajo Flores, era un terreno inhabitado en el sur de la gigante Ciudad de Buenos Aires. Apenas pisado el suelo, ese grupo de hombres y mujeres crearon hogares e hicieron crecer sus familias en zona de riachuelos; enfrentando pantanos, rellenando lagunas; volvieron lo inhabitable en vida con precarias casas de chapa y cartón para después organizarse en bloques o manzanas abriendo sus propias calles y pasillos; le pelearon al estado por cloacas, agua potable, electricidad; construyeron centros de salud, escuelas y en su lucha por la dignidad, conscientes de su propia historia y destino de pueblo, hicieron nacer también una radio comunitaria. “FM Bajo Flores, pasión descontrolada”, se lee, sobrevive al paso de los años y se repiten en las paredes color gris cemento del interior de la radio, palabras escritas con marcador permanente, como tatuajes en la piel. En esa danza de cables y micrófonos iluminados por una luz cálida entre una imagen de Eva Perón y la Virgen de Luján, se observa la misma mística entre la construcción colectiva de un barrio entero y la creación de una radio comunitaria. Se iba desenvolviendo el año 1996 y atrás habían quedado los días de dictadura militar, de secuestros y desapariciones, pero ese monstruo todavía seguía ahí, respirando desde las sombras. El reinante plan económico del libre mercado había dejado a unos pocos con grandes cuentas bancarias y a muchos sin plata para el almuerzo del día, sin la dignidad del trabajo. Así, en estado casi terminal, el Bajo Flores decidió seguir agitando la bandera de la justicia, la independencia y la libertad y decidió amplificar su voz abriendo las puertas de una radio que, desde el inicio, tendría una idea muy clara: los micrófonos serían del pueblo y para el pueblo. Niños y niñas, adolescentes y jóvenes, adultos y abuelos; las organizaciones del barrio y todos los que participaban de la vida cotidiana en conjunto comenzaron a apropiarse de la palabra popular en movimiento que significa una radio comunitaria como la FM Bajo Flores. Y ahí está al descubierto un secreto. En la práctica se comprendió que una radio comunitaria perdería el valor de su nombre si solamente fuera un espacio abierto donde cualquiera pueda decir lo que quisiera. Aleatoriamente, al aire, sin destino. Lo que tendría que ser el fuerte de un medio comunitario sería la militancia en conjunto con una identidad de pueblo definida para obtener derechos principalmente en vivienda, salud, educación y trabajo. Centros de Salud, comedores comunitarios, colectividades de vecinos de países hermanos con su cultura, baile, comidas, la parroquia Madre del Pueblo con la escuela primaria y secundaria y el club atlético Madre del Pueblo son algunos de los actores sociales que en el pasado y presente forman parte de la vida de la radio en este barrio que, por los colores, los aromas y la música de vecinos y vecinas llegados de países limítrofes como Perú, Bolivia y Paraguay, se ganó también el nombre de “pequeña Latinoamérica” en el inconsciente colectivo. “Yo estoy al derecho, dado vuelta estas vos…” – El cieguito volador – Sumo La comunicación, entendida como un proceso de ida y vuelta entre mínimamente dos personas, con un mensaje codificado enviado a través de un canal en un determinado contexto, guarda en su esencia algo que no es técnico ni académico. A través de ella contamos nuestra realidad, transmitimos ideas, hacemos amigos o enemigos, familias, creamos imperios, destruimos naciones; convertimos lo gigante en pequeño y lo pequeño en gigante con sólo tres palabras... o dos! Convencemos, mentimos, persuadimos. Le damos forma a nuestro universo, le otorgamos sentido. Hasta Dios, según cuenta la Biblia, la utilizó a su favor: viendo desde el cielo que los seres humanos al mando de Nemrod estaban construyendo una torre para llegar a las nubes y disputarle el poder (la Torre de Babel), los dividió dándoles a cada uno un lenguaje diferente, con lo cual, al no poder entenderse más, los humanos dejaron de trabajar en conjunto y se dispersaron por la faz de la tierra. Así como Dios en los libros sagrados, nosotros también entendimos en algún momento de nuestra creación que la comunicación termina siendo una poderosa herramienta para canalizar mediante ella la vida y su desarrollo, la supervivencia de nuestra especie y la transformación de nuestro entorno según nuestra locura individual y colectiva. “Por eso la radio”, dirían los vecinos del Bajo Flores: para contar su verdad, que, en un espacio comunitario, es la verdad del pueblo. Cualquier ser humano que se enfrente a un micrófono de radio por primera vez siente en ese sagrado momento caer algunas gotas finas de sudor por la frente, la garganta seca, la mente en blanco. Años de estudio en el idioma castellano, francés o cualquier otro que se maneje, desaparecen como por arte de magia. Los primeros consejos son: sentarse erguidos, no hablar para nuestros adentros, mantener una prudente distancia del micrófono. Y para colmo, algunos radialistas enseñan que lo peor que nos puede pasar estando al aire, es quedarnos en silencio sin decir nada. Demasiada presión en el CÓMO decir, para luego darse cuenta que también preocupa el QUÉ vamos a decir. Enfrentando al mundo desde el lugar más pequeño, ¿cuál va a ser nuestro mensaje? “La comunicación en manos del pueblo es liberación...” – Consigna de la FM Bajo Flores “Así vivieron los famosos el terremoto en México”, fue el título con que un canal de televisión privado presentaba por la tarde la noticia de la tragedia de Septiembre de este año que dejó cientos de muertos y heridos en ese país, además de incontables daños en lo económico y social. Mientras las imágenes desde el aire mostraban los destrozos, el llanto, las muertes, desde el estudio los periodistas objetivos debatían cuánto había sufrido emocionalmente la estrella de la telenovela de la noche, por ejemplo, o el actor más caro de la televisora, hijo de uno de sus productores; ambos de vacaciones en tierras mexicanas. En el mundo “real”, fuera de estudios caros de televisión, lejos de los exclusivos micrófonos de radio de algunas emisoras empresariales, el común de la población se topa con estas visiones recortadas mientras toma el café en alguna cafetería, ordena su oficina antes de terminar la jornada laboral o limpia la casa antes que lleguen los hijos de la escuela. En el juego que plantean los medios de comunicación privados, las ofertas de la grilla de TV o radio son simples vidrieras de muestra, en donde un individuo o una comunidad solo pueden comprar. Consumidores, nos dicen. En nuestras sociedades actuales, la identidad de una nación, sus problemas, sus inquietudes y el debate de ideas (que no es exclusividad de algunos letrados con títulos universitarios), terminan desapareciendo de esas vidrieras o “agendas” al ritmo que impone el filtro subjetivo de los invisibles dueños del medio, a la vez que ellos son filtrados por otros intereses más elevados y más invisibles para el común, dejando mutilado al pensamiento popular, que muchas veces recurrió a las paredes de las calles para cantar de noche y con pintura sus verdades. En ese mínimo gesto de pelea, podemos encontrar la valentía de un acto de libertad, como bien definió el escritor y periodista argentino Rodolfo Walsh. En ese y en otros tantos, como la radio de los sindicatos mineros de Bolivia que fueron vanguardia en comunicación popular y comunitaria mientras enfrentaban dictaduras sangrientas, en la escuela rural o urbana que elige crear una revista o diario para que los niños dibujen sus historias con palabras; en las comunidades migrantes que desde fuera de su país natal llevan su cultura de origen a los oídos de sus hermanos en un canal de TV comunitario, en la cooperativa que produce libros y permite a otros dejar sus luchas grabadas en la historia, en las organizaciones sociales que pelean por la Justicia Social y utilizan las nuevas herramientas como las Tecnologías de la Información y Comunicación para llevar adelante sus actividades y generar inclusión. La historia nos ha demostrado que la lucha que todavía llevamos adelante los pueblos americanos es la lucha por la liberación. En ese camino, encontramos ejemplos de medios comunitarios que ven la comunicación como un derecho humano y una herramienta para la revolución; que propone una comunicación con identidad popular, verdaderamente democrática y con ideas de unidad, justicia social, independencia económica y soberanía política. Herramientas como la FM Bajo Flores, que nació en un barrio que se hizo a sí mismo, o como otros cientos de medios y espacios comunitarios conducidos por los hombres y mujeres que deciden dejar la pasividad impuesta bajo títulos como “consumidores”, u “opinión pública”, y pasan a la acción para tomar la palabra y contar su realidad, convirtiéndose en artífices de su propio destino y ejemplo para el porvenir. Como escribió alguna vez Eduardo Galeano: "hombres y mujeres siendo pequeños fueguitos para alumbrarlo todo" “No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende"   Foto : Grabación del programa Enredos en Salud en los estudios de FM Bajo Flores, Fotografía de William Salazar  
Referencias FM Bajo Flores. (1998) “Micrófonos Para el Pueblo (o como un barrio parió un radio comunitaria)”, Buenos Aires, Argentina. Eduardo Galeano. (1989) “El Libro de los Abrazos”, Editorial Siglo XXI.abc

Biodiversidad tecnológica para saltar los jardines vallados de internet

El sueño de internet era ser libre. ¿Ese no es acaso el sueño de todas y todos? Sin entrar a detallar lo que para cada quien significa, ser libre (sentirse libre) es uno de los grandes propósitos. Resulta que tomamos un puñado de cables, antenas, modems, servidores, protocolos y etc etc y los personificamos. Y los hacemos soñar con ser ‘libres’. Pero es que para muchas de nosotras y nosotros internet no es solo una herramienta y una infraestrutura, sino esa inmaterialidad que construye relaciones sociales. Sí, conocemos los peligros de internet, diariamente intentamos mantener a resguardo nuestra privacidad e intimidad en un medio hoy regido por leyes de mercado y controles gubernamentales muy alejados de los sueños de quienes hace más de 40 años la vieron como un espacio en el que, por ejemplo, el conocimiento compartido no tenía límites. Esa gran confluencia de ‘inventos’ anteriores que resultó ser la red de redes también ha estado marcada por el ‘desarrollo’ militar, académico, económico. Cada uno de esos grupos tiene intereses diversos, por momentos antagónicos y sin embargo están ‘obligados’ a convivir en internet de una forma u otra. De entre todos ellos nos interesan aquellos grupos también diversos pero más ‘amorfos’ que siguen construyendo cotidianamente un entorno de internet que valora a las personas y los procesos colectivos, la privacidad y el anonimato, la circulación del conocimiento y los aprendizajes mutuos. ¿Hay todavía procesos así en un mundo tecnológico marcado por la ‘innovación’, las startups, los lobbies y la compra-venta de datos? Sí. Aún somos capaces de indignarnos frente al autoritarismo tecnológico y construir y alimentar redes libres y federadas. Aún hay quienes creemos en foros, canales de chat y listas de correos en los que podamos discutir y aprender. Aún hay quienes piensan en infraestructuras libres, en tecnologías cooperativas y autónomas. Aún hay quienes trabajan por la apropiación y la reescritura tecnológica. A ese universo de opciones que aún existe y que cada día se hacen más necesarias, es lo que llamamos biodiversidad tecnológica. Sí, internet está hoy cooptado por infraestructuras privativas de las que no podemos prescindir (seamos optimistas y pensemos que ¡solo por ahora!) Pero mientras seguimos usando esos cables y esas fibras, podemos ir más allá de las plataformas privativas en las que ‘está todo el mundo’ (!) y encontrarnos para construir otros espacios digitales (y analógicos) en los que podamos sentirnos más libres para habitarlos. “…estamos viviendo una progresiva centralización de Internet, y es cada vez más acuciante. Esta centralización implica que ante la increíble variedad de espacios de debate, plazas y ágoras que existen en el ciberespacio, nos quedamos en esos jardines vallados donde se genera uno de los peores simulacros: el de la comunidad”, leíamos allá por 2015 en un blog amigo. Esa internet que se construye desde la biodiversidad tecnológica es ‘bio’ porque también recuerda que las materialidades y ‘fierros’ que se usan para interconectarnos vienen de una naturaleza de la que somos parte y que como sociedad estamos devastando en haras del consumo, la obsolescencia programada y la obsolescencia percibida. Y entonces, desobedeciendo las órdenes de cada publicidad que nos pone en frente el dispositivo más ‘avanzado’, esta otra, la tecnología popular, underground, autónoma o como se llame nos invita a cuestionar ese ‘avance’, a apropiarnos de nuestros dispositivos… nos invita a tocar, desarmar, jugar con ella y aprender de qué se trata… Nos invita a pensar más allá de los puros aparatos y a construirnos juntas y juntos para que esas herramientas propicien relaciones sociales y con nuestros entornos naturales que nos permitan no abusar de ellos y seguir ‘conectados’. Sí, somos de las personas que usan celulares y computadoras. Y también somos de las personas que reutilizan, reparan y se suman a las propuestas de cuestionar críticamente estos aparatos. A pesar de tanta noticia diaria que nos invitaría a considerar lo contrario, también somos de las personas que creen que las herramientas digitales ayudan a crear relaciones sociales. Eso sí, para hacerlo necesitamos transitar el uso y la construcción de herramientas que caminen a la par de nuestros procesos sociales libertarios (y ¡tecnofeministas!) Por eso no da lo mismo qué herramienta digital o servidor usamos para nuestras comunicaciones con otros y otras. Esta loca vida moderna es cada vez más compleja. Hay poco tiempo para lo importante porque apenas podemos resolver lo urgente. Estas propuestas de la biodiversidad tecnológica ya empiezan a ser urgentes y estamos a unos pocos pasitos digitales de caminar hacia las que ya existen, encontrarnos y sonreirnos por allí.   Foto : Sursiendoabc

Derecho a la comunicación en la sociedad digital

En América Latina la idea de que democratizar los medios de comunicación era un requisito indispensable para democratizar la sociedad, se constituyó como el marco conceptual sobre el que las organizaciones sociales elaboraron sus campañas por el derecho a la comunicación. Campañas que se centraron en demandar legislaciones que garanticen el acceso de los medios comunitarios a las frecuencias del espectro radioeléctrico. Frecuencias que han estado acaparadas históricamente por medios privados que, en un gran número de casos, las han obtenido en concursos de escasa transparencia o en subastas donde primaban los criterios económicos por encima de cualquier otro. Esto ha conformado un panorama mediático altamente concentrado y monopolizado: “[e]n promedio, en gran parte de la región, casi la mitad de los productos y servicios de los mercados de la información y las comunicaciones de cada país son controlados por un solo proveedor” [1]. Pero, en pleno siglo XXI, cuando la radio y la televisión se están reinventando para soportar el embate de Internet, ¿tiene sentido mantener estos reclamos? ¿O necesitaremos actualizar nuestros discursos para defender el derecho a la comunicación en la sociedad digital? Es cierto que las reivindicaciones por democratizar el acceso a las frecuencias radioeléctricas siguen siendo totalmente legítimas. De los veinte países que conforman América Latina, sólo trece reconocen legalmente la existencia de medios comunitarios [2]. Cuatro de ellos lo hacen con algún tipo porcentaje específico para estos medios: Uruguay y Argentina optaron por una reserva del 33% y Bolivia y Ecuador prefirieron repartir las frecuencias a partes iguales entre los tres sectores, 33% para el privado, 33% para el público y 34% para el sector comunitario y pueblos originarios. A pesar de estos notables avances en materia legislativa, creemos que es urgente ampliar el espectro de demandas. Y la palabra se hizo byte Internet prometía ser la panacea, la herramienta definitiva que democratizaría el derecho a la comunicación de forma global. Y aunque no podemos negar que ha provocado cambios significativos en este sentido, no es menos cierto que ha agravado la situación de concentración y monopolio existente en las tecnologías de información y comunicación que permiten la creación de medios de comunicación. Un estudio llevado a cabo por OBSERVACOM demuestra cómo todas las capas que hacen posible Internet están controladas por menos de quince empresas a nivel global. Por ejemplo, cinco grandes corporaciones concentran el 90% del tráfico de las redes de contenidos (conocidos como intermediarios CDN) [3]. Entre seis empresas controlan más de la mitad de dominios y alojamientos web existentes en todo el mundo. Y, si hablamos de servicios y plataformas, unas cinco compañías se reparten el control de las redes sociales y correos electrónicos. Además, estas empresas son conglomerados internacionales difíciles de controlar o limitar por las legislaciones nacionales. Otro agravante es que esta concentración es multicapa. Es decir, una compañía que provee acceso a Internet es, al mismo tiempo, dueña de una productora de contenidos o vende servicios de alojamiento web. Podríamos citar el caso de Amazon que, además de ser una de las mayores tiendas online de la red, es uno de los principales proveedores de servidores de alojamiento en la “nube”. Esta infraestructura de datos “proporciona a la compañía una enorme perspectiva sobre la economía, a través de la cual puede conseguir datos relevantes de millones de fuentes” [4]. Otro ejemplo de esta concentración multicapa es el de la empresa estadounidense AT&T que recientemente adquirió Time Warner, dueña a su vez de la cadena CNN y del canal de entretenimiento HBO. El poder que ejercen estas grandes multinacionales les permite imponer las reglas del juego y legislar a su favor. Así lo están haciendo con un insistente lobby para terminar con la neutralidad de la red, ese principio que obliga a que todo byte que circula en Internet sea tratado de la misma manera. La nueva administración de la Comisión Federal de Comunicaciones de los Estados Unidos (“FCC” por sus siglas en inglés) está cediendo a las presiones para eliminar el marco regulatorio que protege la neutralidad de la red desde 2015 [5]. Con las nuevas leyes, una empresa que suministre acceso a Internet podrá bloquear ciertos contenidos u ofrecerlos a mayor velocidad si las compañías propietarias pagan por ese servicio premium. Sin neutralidad en la red AT&T, por ejemplo, no tendría inconvenientes para priorizar por su infraestructura de Internet los contenidos de sus cadenas de noticias relegando a un segundo plano a los otros medios. Retrocesos en la democratización de la comunicación Los riesgos para la libertad de expresión y para el ejercicio del resto de derechos vinculados a la comunicación son evidentes. Sobre todo, para los medios alternativos que no cuentan con poder adquisitivo para competir con estos grandes conglomerados. La concentración y la privatización de las tecnologías digitales allana cada vez más el camino para imponer un pensamiento hegemónico y acallar las voces disidentes de la ciudadanía que se escuchan por los “otros medios”. Voces que cada vez es más sencillo silenciar en Internet con métodos más sutiles que negar el acceso a las frecuencias de radio y televisión lo que impide que nos demos cuenta. Creemos estar informándonos en una red social, aunque en realidad estamos consumiendo dosis controladas de información que personaliza un algoritmo en función de registros de navegación que le hemos ido proporcionando, a veces incluso, sin nuestro consentimiento. Esto le permite a las plataformas, y a quienes sepan manipular estos algoritmos, controlar, manipular o condicionar el comportamiento social ante unas elecciones o un referendum, la llamada “robot-política” [6]. No hay ninguna duda de que Internet puede ser una herramienta fundamental para las luchas sociales, para el empoderamiento social y un amplificador de las voces críticas, pero la potencialidad de este medio está siendo cooptada y limitada a pasos agigantados. La falta de libertad y transparencia en la forma en la que se gestionan las TIC que nos permiten ejercer el derecho a la comunicación en la sociedad digital es una de las causas. Por ello, las organizaciones que han promovido este derecho durante décadas tienen ante sí un gran desafío: incorporar a sus demandas tradicionales por las frecuencias de radio y televisión, la defensa de las tecnologías digitales. Tecnologías que actualmente están tan estrechamente ligadas el ejercicio del derecho que hay quien aboga por considerar a Internet como un derecho humano en si mismo y no como un medio para ejercer otros derechos [7]. Algunos de estos nuevos requerimientos podrían ser legislaciones que garanticen una Internet libre, neutral, abierta y descentralizada; la promoción de redes y plataformas federadas en vez de las que negocian con nuestros datos; la exigencia de un manejo trasparente de los datos que las empresas recopilan de nuestras actividades digitales; políticas públicas que favorezcan el uso y desarrollo de software libre; el uso de licencias libres como Creative Commons para la publicación de contenidos. Pero, sobre todo, impulsar el debate social entorno a las tecnologías y su estrecha relación con el ejercicio de nuestros derechos en la sociedad actual. Hablar de medios y tecnologías no es un hablar de temas técnicos, es tratar asuntos profundamente políticos. No plantearlo en estos términos nos puede precipitar a un panorama mediático donde, de nuevo, se fortalezca cada vez más la presencia de las voces hegemónicas en menoscabo de la pluralidad y la diversidad. Un retroceso en la democratización de la comunicación para favorecer al mercado y a sus grandes transnacionales, en vez de a la ciudadanía y sus derechos. Foto : Codice Internet (CC-BY-SA)  
Notas [1] UNESCO (2014). Tendencias Mundiales en Libertad de Expresión y Desarrollo de los Medios: Situación regional en América Latina y el Caribe. http://unesdoc.unesco.org/images/0022/002290/229042S.pdf [2] OBSERVACOM (2017). Libertad a medias: la regulación de los medios comunitarios en América Latina y su compatibilidad con los estándares interamericanos de libertad de expresión. http://www.observacom.org/sitio/wp-content/uploads/2017/08/Libertad-a-Medias-Informe-2017-Medios-comunitarios-y-libertad-de-expresi%C3%B3n-OBSERVACOM.pdf (página consultada en septiembre 2017). [3] OBSERVACOM (2016). Concentración en internet: un asunto de capas. http://www.observacom.org/concentracion-en-internet-un-asunto-de-capas/ (página consultada en septiembre 2017). [4] Bernasek, A. y Mongan D. T. (2017). ¿Tienen los nuevos monopolios gigantes (Amazon, Google, Facebook) el poder de transformar economías globales?.Vanguardia dossier, 63, 52-59. [5] Harmon, Elliot. Don’t Let Congress Compromise on Net Neutrality. EFF, 9 agosto 2017. https://www.eff.org/es/deeplinks/2017/08/dont-let-congress-compromise-net-neutrality (página consultada en septiembre 2017). [6] Tambini, Damian (2017). Brexit: ¿triunfo de la robot-política? Vanguardia dossier, 63, 66-69. [7] García, Santiago (2014). ¡Internet como Derecho Humano ya! RadiosLibres, 10 diciembre 2014 https://radioslibres.net/article/internet-como-derecho-humanos-ya/ (página consultada en septiembre 2017). Referencias Mendel, Toby, García, Angel y Gómez, Gustavo (2017). Concentración de medios y libertad de expresión: normas globales y consecuencias para las Américas. Montevideo: UNESCO.abc

Movimientos sociales y la construcción de una Internet feminista

La comunicación es una estrategia central de los movimientos que les permite sistematizar y transmitir sus reivindicaciones, documentar sus acciones, generar masa crítica de respaldo, e instalar sus temas en la agenda pública. Podríamos pensar que todos nos conectamos a la misma red, que Internet es la misma para todas las personas del mundo. Y que existe una suerte de “poder democratizador” en el hecho de que todos los actores contemos con las mismas herramientas para comunicarnos en línea. Sin embargo, hoy tenemos una Internet concentrada, vigilada y machista que expulsa a un sector muy específico de la sociedad del territorio digital. La construcción de una Internet feminista resulta imprescindible para sentar las bases de un sistema que no se sostenga sobre un género dominante sobre los otros. Nuevos movimientos sociales: la afirmación de identidades como resistencia El surgimiento de una nueva serie de movimientos sociales a partir de la segunda mitad del siglo XX dejó en evidencia que algo había cambiado. Necesitábamos nuevos recursos para comprender la acción colectiva. Surgió entonces el paradigma de los “nuevos movimientos sociales” (NMS) como un intento de dar respuesta a toda una serie de reivindicaciones colectivas que rechazaban las maneras en las que sus predecesores se organizaban y actuaban. Las maneras de desafiar al status quo de expresiones como el movimiento hippie, los movimientos feministas y LGTBI, o el movimiento ecologista, por ejemplo, eran completamente distintas a los movimientos obreros de masas. A grandes rasgos, esto significó, a su vez, que las grandes ideologías que se habían articulado al movimiento obrero dejaron de ser los marcos medulares de interpretación de la realidad. Los movimientos ya no se identificaban como comunistas o socialistas, como identidad primaria, sino que eran feministas, ecologistas, gay, etc. [1] Los nuevos movimientos sociales se articulaban ahora alrededor de identidades transversales antes que de ideologías heredadas de fines del siglo XIX y principios del XX. Esta articulación tenía impacto no sólo en términos colectivos, en cómo se posicionaba el movimiento, sino también en la construcción y reafirmación de las identidades individuales de quienes participaban en ellos. Las maneras de reivindicar también pasaron a la esfera privada: reciclando, usando anticonceptivos, “saliendo del clóset”, etc. Es decir, también habían cambiado las pautas de organización y movilización. Ahora, tanto la agencia colectiva como la individual estaban guiadas por una serie de principios que constituían la sociedad por la cual se luchaba. Pero a principios del siglo XXI empezamos a observar otra serie de cambios en los movimientos sociales autónomos relacionados al uso de Tecnologías de la Información y la Comunicación digitales. No sólo los movimientos sociales comenzaron a utilizar Internet y las TIC en general como canal de comunicación, sino como manifestaciones de organización política en línea. Todavía no hay consenso entre la comunidad académica (las discusiones entre los optimistas y los pesimistas siguen dividiendo la literatura en estos temas) sobre si esto constituye un nuevo paradigma o si tan solo profundizan las características que ya tenían los nuevos movimientos sociales. Pero lo cierto es que hoy no podemos eliminar la variable de tecnologías y comunicación en el estudio de los movimientos sociales. ¿Qué Internet tenemos? Una Internet concentrada, vigilada y machista La penetración de las tecnologías digitales en la vida cotidiana se profundizó de tal manera en la última década que la gran cantidad de datos que generan nuestras interacciones -incluso sin nuestro consentimiento- se convirtió en una mina de oro tanto para las pocas empresas que dominan el mercado de las TIC digitales a nivel global, como para los gobiernos obsesionados con el control de sus ciudadanos. Las TIC digitales se convirtieron en herramientas de dominio y control [2]. Así, gran parte del trabajo del sector de las telecomunicaciones está ahora dedicado a la recolección, procesamiento y almacenamiento de toda esta información que, según ellos, podría ayudar a mejorar la comprensión sobre el comportamiento humano e, incluso, predecirlo. Existen tres grandes tendencias que moldean Internet tal y como la conocemos hoy: la concentración, la vigilancia, y la violencia machista.
  1. Una Internet concentrada en todas sus capas. De acuerdo al Observatorio Latinoamericano de Regulación, Medios y Convergencia [3], la concentración de Internet puede medirse de acuerdo a un modelo que “(…) agrupa los servicios, basados en la concentración, ya sea de la propiedad, los usuarios o el tráfico de Internet, a través de 7 capas o categorías” y que comprenden a los proveedores físicos de dominio y hosting; a los proveedores de servicios y contenidos; a los proveedores de plataformas (sistemas operativos y software); a los creadores y productores de contenidos; a los proveedores CDNs; a los proveedores de colectividad de gran capacidad; y a los proveedores de Última Milla – ISP. En cada una de estas siete capas podemos encontrar un número muy limitado de actores predominantes a nivel mundial. Incluso administrando recursos críticos de Internet. Si durante décadas el reclamo del sector popular que exigía garantías al derecho a la comunicación había sido el acceso a licencias y la democratización del sistema de medios, hoy esos reclamos deben, necesariamente, trasladarse a Internet y las TIC digitales.
  2. Una Internet vigilada. La privatización de Internet favoreció enormemente la posibilidad de rastrear, procesar y almacenar todos los metadatos que generan nuestras interacciones en la red, incluso, sin nuestro consentimiento. Para los Estados esto significó la posibilidad de mantener un férreo control sobre ciudadanos que eran objeto de investigaciones, pero, sobre todo, sobre la ciudadanía en general (como nos demostró la divulgación del Programa Prism de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos). Para el sector privado, en especial las empresas tecnológicas (desde las que ofrecen plataformas y servicios tecnológicos, hasta las que tienen un modelo basado en la venta minorista), significó la posibilidad de segmentar la audiencia al máximo para conocer lo que cada cliente quería, incluso, antes de que la persona lo supiera. Además, compañías como Google acumulan tal cantidad de datos como fruto de su posición predominante en varios sectores como el de los buscadores o los sistemas operativos de dispositivos móviles, que tienen a su alcance una enorme cantidad de datos que les permiten establecer tendencias sociales y elaborar predicciones a partir de ellas. Eso es poder.
  3. Una Internet machista. Resulta imperioso que las mujeres accedamos a Internet para poder expresarnos, conectarnos entre nosotras y difundir nuestras reivindicaciones. Los datos del acceso de Internet de las mujeres, niñas y jóvenes son alarmantes. Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones, la brecha digital de género, es decir, la diferencia entre la tasa de penetración de Internet entre hombres y mujeres, a nivel mundial en 2016 es del 12%: “[l]as desigualdades estructurales en alfabetización, educación, empleo y nivel de ingresos han contribuido a la brecha digital de género: 31% en países pobres, 16,8% en países en desarrollo y 2,8% en el mundo desarrollado" [4].
Pero, además, una vez que las mujeres acceden a Internet, hay otro factor que condiciona su existencia digital. “Si coincidimos en que el mundo digital está construido socialmente, entonces las normas de género, los estereotipos y la desigualdad existente en el mundo desconectado y en los que tiene raíz la violencia contra las mujeres, pueden ser replicadas en línea”, explican Flavia Fascendi y Kateřina Fialová en el informe “Voces desde los espacios digitales: violencia contra las mujeres relacionada con tecnología” publicado por APC [5]. ¿Qué es la violencia contra las mujeres relacionada con tecnología? Según ONU Mujeres y la Comisión de Banda Ancha para el Desarrollo Sostenible, en el informe Ciberviolencia contra mujeres y niñas. Una llamada mundial para la acción, elaborado junto a la Comisión de la Banda Ancha para el Desarrollo Sostenible, la definen como todas aquellas maneras en las que las TIC “exacerban, magnifican o transmiten” cualquier “acto de violencia de género que resulte o es probable que resulte, en daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico de las mujeres” [6]. ¿Qué Internet tiene una mujer madre indígena defensora del territorio que no habla inglés y el castellano es su segundo idioma? Por lo pronto, una Internet muy distinta a la que puede acceder un hombre, blanco, de clase media, educado y que vive en un país rico. ¿Qué Internet queremos? Internet feminista Entonces, ¿qué Internet necesitamos para la construcción de nuestra Identidad y nuestra acción colectiva? La respuesta es: una Internet feminista. La construcción de una Internet feminista es un reclamo que organizaciones de mujeres y una parte del sector de la sociedad civil vienen impulsando desde los distintos espacios de gobernanza de Internet. En 2014, APC redactó colectivamente los Principios Feministas de Internet [7], entre los que defienden el cuestiona miento a la lógica del capitalismo neoliberal que domina Internet como estrategia “fundamental para desestabilizar y desmantelar el poder económico que quiere apropiarse de Internet, y crear alternativas a dicho poder basadas en los principios de los intereses colectivos, la solidaridad y la apertura” [8]; así como el derecho a la libertad, la privacidad, el código abierto, que garanticen el carácter transformador de una Internet entendida como espacio público. Las estrategias deben ser múltiples, simultáneas y masivas. Debemos trabajar para construir infraestructuras autónomas feministas que den alojamiento seguro a todas las comunicaciones de los movimientos feministas; visibilizar los aportes de las mujeres al desarrollo de las TIC; garantizar el acceso de todas las mujeres a Internet; luchar contra la violencia machista en línea empezando por, al menos, mitigar sus manifestaciones más concretas y avanzar en la gobernanza en favor de las mujeres; o impulsar los principios de soberanía tecnológica feminista. En definitiva, se trata de que Internet nos ayude a impulsar y difundir nuestras luchas, y a construir redes para acabar con el sistema patriarcal y construir otra sociedad que se sostenga sobre la base de relaciones sociales igualitarias.   Foto : Principios feministas de Internet, feministinternet.org  
NOTAS [1] Johnston, Hank, Laraña, Enrique, y Gusfield, Joseph, (1994). “Identidades, ideologías y vida cotidiana en los nuevos movimientos sociales” en Gusfield, Joseph, y Laraña, Enrique, (coords.), (2014). Los nuevos movimientos sociales. De la ideología a la identidad. Madrid: CIS, pp. 3-42. [2] Alcántara, J., (2008). La sociedad de control: privacidad, propiedad intelectual y el futuro de la libertad. Barcelona: El Cobre Ediciones. [3] Levy, Gabriel, y Urquijo Morales, Sergio, (2016, 18 abril), “Concentración en internet: un asunto de capas” en Observacom, en línea: http://www.observacom.org/concentracion-en-internet-un-asunto-de-capas/ [4] UIT (2016), “Acceso a las tecnologías de la información y la comunicación para la igualdad de género” en ITUMagazine, abril 2016, en línea: http://www.itu.int/en/itunews/Documents/2016-04/2016_ITUNews04-es.pdf [5] Fascendi, Flavia y Fialova, Kateřina, (2011), Voices from digital spaces: Technology related violence against women, APC, en línea: https://www.apc.org/en/system/files/APCWNSP_MDG3advocacypaper_full_2011_EN_0.pdf [6] ONU Mujeres y Comisión de Banda Ancha para el Desarrollo Sostenible (2015), Cyber-violence against Women and Girls. A wake-up Call to Action, ONU Mujeres, en línea: https://www.broadbandcommission.org/publications/Pages/bb-and-gender-2015.aspx [7] Para leer los Principios feministas de Internet visitar http://www.genderit.org/es/articles/principios-feministas-para-internet [8] Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (2014), Principios feministas de Internet, en línea: http://feministinternet.net/ REFERENCIAS Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (2013), Global Information Society Watch. Women’s rights, gender and ICTs, APE e Hivos, dirección URL: http://giswatch.org/sites/default/files/gisw13_chapters.pdf Benkler, Yochai, (2003). “La economía política del procomún”, en Novática: Revista de la Asociación de Técnicos de Informática, (163), 6-9. Benkler, Yochai, (2006). The wealth of networks: How social production transforms markets and freedom. Yale University Press.abc

La diversidad de nuestras voces expresada en la diversidad de nuestros medios

En la actualidad los medios de comunicación masiva a los que hoy también hacemos referencia como “tradicionales” continúan ocupando un espacio importante en la política pública de los países; marcando agendas y definiendo, en muchas ocasiones, el sentir y pensar de la opinión pública. Si bien es cierto que muchos de ellos miran ya con interés las voces que se expresan en Internet, lo hacen a su vez de una manera sesgada y nada reflexiva. En efecto, Internet vino a mostrarnos hace ya más de 20 años que cada una y uno de nosotros podíamos plasmar nuestra voz y seríamos escuchados por otras y otros. El interés democratizador de Internet que nació con ánimo de ser multidireccional (en contraposición a la unidireccionalidad que poseen los medios tradicionales) hoy aún se mantiene. Para los movimientos sociales, quienes históricamente han visto acallados sus reclamos, estas plataformas digitales dan la posibilidad de estar presentes de forma permanente en las pantallas (y las vidas) de otras y otros y amplificar las voces de las y los defensores ambientales. Gracias a estos nuevos medios de comunicación es hoy más accesible transmitir información en tiempo real y desde las voces de las propias personas protagonistas y cuestionar la desinformación. El Movimiento Mesoamericano contra el Modelo extractivo Minero (M4), una red de organizaciones, comunidades y grupos que luchan contra la minería en los territorios que van desde México hasta Panamá, Colombia, Perú y Paraguay se planteó, desde sus inicios, allá por el año 2012, contar con una plataforma web que le permitiera ser el canal de comunicación con otros procesos y con aquellas personas interesadas en la defensa territorial en contra del extractivismo minero. Desde allí compartimos nuestros comunicados, análisis, publicaciones y contenido multimedia, pero también nos hemos esforzado por recopilar materiales de otros procesos y organizaciones que trabajan por la defensa de los territorios. La intención es ser puente entre esos materiales didácticos, que nos apoyan en nuestras luchas, y los grupos que los generaron para a su vez, estrechar lazos en la defensa de la tierra. Por aquel entonces también se abrieron otros canales que nos permitieron difundir toda esta información: elegimos un correo electrónico institucional, listas de correos y perfiles en redes sociales comerciales como Twitter y Facebook. De esta manera lograríamos tener una comunicación más directa con personas y procesos. Más tarde, sumamos algunos canales más. A través de todos los espacios mencionados pudimos comprobar que las plataformas digitales tienen un rol importante hoy en día en la difusión de los sucesos y situaciones que viven constantemente las y los defensores de la naturaleza. También hemos visto crecer los debates y las acciones que se emprenden para la búsqueda de formas de vida digna y han sido espacios a través de los cuales hemos generado alianzas con investigadores académicos, periodistas y personas sensibles a estos temas. Con el tiempo fuimos enlazándonos con otras luchas. Fue entonces cuando a finales del año 2014 decidimos migrar nuestra plataforma web y listas de correos a servidores más seguros. Desde entonces nuestros contenidos habitan en el espacio de la cooperativa tecnológica Primero de Mayo. Otro cambio que hicimos, fue migrar gran parte de nuestros contenidos a la plataforma libre archive.org. Sabemos que en cuestiones tecnológicas nos quedan muchos pasos por dar, sin embargo, lo vamos haciendo en el convencimiento de que necesitamos transitar hacia otros modelos que estén en consonancia con los principios de autonomía y autodeterminación que defendemos. Nuestra fuerza va de lo local a lo global. La comunicación en la defensa de nuestros territorios Acciones urgentes y acciones prevención contra la criminalización Diferentes grupos de base que conforman el Movimiento M4 sufren diariamente criminalización, hostigamientos y difamaciones. Si desde el inicio se planteó la plataforma web como el espacio más importante desde el cual lanzar nuestras denuncias, felicitaciones y vinculaciones; hacia mediados de 2013 vimos que era desde allí desde donde queríamos lanzar nuestras acciones urgentes, de denuncia y/o prevención. Inauguramos el espacio con la acción para detener el Consorcio Minero Peña Colorada http://movimientom4.org/2013/06/accion-urgente-para-detener-al-consorcio-minero-pena-colorada/ en un territorio en disputa entre los estados de Colima y Jalisco, en México. Más tarde, las acciones urgentes que se hicieron para apoyar a la comunidad de Zacualapan y a Víctor Chí, Gabriel Martínez, Esperanza Salazar y el Consejo Indígena, a través de nuestra plataforma web fueron fundamentales para visibilizar la violencia que desde el gobierno estatal se volcaba contra los compañeros, lo que ayudó a minimizar los riesgos y fortalecer su seguridad. En sus palabras: “La difusión de eventos importantes para nuestra lucha como el Foro Nacional contra la Minería que se llevó a cabo en la comunidad indígena de Zacualpan en 2015 o la Misión Nacional e Internacional de Observación para el caso Zacualpan, fue decisiva para internacionalizar nuestra lucha, lo que ha logrado, junto a muchas estrategias más, que hasta el momento el proyecto extractivo no se haya llevado a cabo. Para Bios Iguana A.C y el Consejo Indígena por la Defensa del Territorio de Zacualpan el apoyo que hemos recibido desde 2013, del Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero M4, ha sido clave para enfrentar las amenazas, la criminalización, la estigmatización y la violencia a lo largo de nuestra lucha contra el proyecto minero a cielo abierto.” Las acciones siguieron sucediendo según se necesitaba. El 3 de marzo del año 2016 nos despertamos muy de madrugada con la tristísima noticia de que nuestra compañera Berta Cáceres había sido vilmente asesinada. Tampoco encontrábamos sosiego para la situación de persecución y criminalización que estaban viviendo las demás compañeras y compañeros del Consejo de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH). Pero nuestro dolor y preocupación no acaban allí. Nuestro compañero Gustavo Castro, quien se encontraba en casa de Berta para impartir talleres de alternativas al modelo extractivista, también había sufrido un intento de asesinato y se encontraba retenido injustificadamente en Honduras. Desde la plataforma del Movimiento en M4, en contacto directo con sus compañeras y compañeros de la organización Otros Mundos AC de Chiapas, México, nos pusimos a disposición para sacar en tiempo real acciones e informaciones sobre la situación de Gustavo. Necesitábamos decirle al mundo entero que nuestro compañero y único testigo del asesinato de Berta no podía continuar en Honduras a merced de un estado que no garantizaba su integridad física y psicológica. Nos mantuvimos todo el mes en que nuestro compañero estuvo retenido allí, exigiendo #SeguridadParaGustavo. Las acciones emprendidas recibieron un fuerte apoyo. La comunidad internacional se mantuvo vigilante de la situación y seguimos con el convencimiento de que nuestro compañero salió de Honduras gracias al apoyo de las personas, organizaciones y autoridades de todo el mundo que expresaron su indignación y apoyo. Al día de hoy continuamos exigiendo #JusticiaParaBerta. Finalmente a finales del año pasado cuando el grupo Acción Ecológica fue criminalizado por el gobierno ecuatoriano, nos sentimos honrados de que contaran con nuestra plataforma para poder lanzar su denuncia al mundo y pedir solidaridad en sus reclamos en contra de la minería en defensa del pueblo Shuar. Desde el sureste mexicano El equipo de Otros Mundos A.C./Amigos de la Tierra México, con sede en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México, tiene su propia área de comunicación para fortalecer su trabajo de defensa del territorio tanto como su espacio área de Alternatos, dedicada a la búsqueda de alternativas locales al sistema capitalista. Alimenta cotidianamente su sitio web, portal alternativo de información que permite al público en general, a organizaciones sociales y a comunidades en resistencia entender mejor los impactos del modelo extractivo en los territorios, y conocer a los pueblos que resisten día a día al despojo en México y el mundo. Contiene comunicados, denuncias de diversos pueblos organizados, así como muchas producciones de Otros Mundos en acceso libre: análisis, videos, audios, hojas informativas, manuales, ilustraciones y mapas. Los lectores están invitados a descargarlos y reproducirlos para su uso propio o para repartirlos. Desde Otros Mundos AC consideramos que el video es una herramienta particularmente potente, como lo vimos con el Frente Popular en Defensa del Soconusco 20 de junio (FPDS), un grupo que acompañamos en su resistencia a la minería en la costa de Chiapas. Cuando sus integrantes instalaron campamentos en septiembre 2016 para exigir la clausura de la mina Casas Viejas explotada por El Puntal S.A. de C.V., realizamos un video para contarlo, lo cual se volvió útil contra la desinformación y los intentos de criminalización del movimiento, al mostrar que los miembros del FPDS eran hombres y mujeres luchando pacíficamente por una vida digna y sana. El sitio y las redes sociales de Otros Mundos siguen siendo el principal canal de información sobre la lucha del FPDS. Por un lado, le permite tener impacto mediático y contar con una buena red de aliados en situaciones de emergencia (hostigamiento policíaco, por ejemplo). Por otro lado, vemos que es difícil que las defensoras y defensoras se integren a la estrategia de comunicación, tomando ellas mismas una cámara y manejando las redes sociales de su movimiento cuando se trata de personas adultas no particularmente interesadas en la comunicación, el audiovisual o internet, sin embargo, a través de los materiales que se generan desde la organización reproducimos su voz y su palabra como instrumentos importantes del acompañamiento. El COPINH habla a través de la radio comunitaria la Voz del Gualcarque En el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) la comunicación popular, alternativa, en  manos de las comunidades en resistencia ha sido un arma fundamental para la lucha en todas las comunidades a las que se ha podido llegar. En muchas de las comunidades que conforman el COPINH no hay electricidad, sin embargo, en cada casa hay una radio. En este contexto la radio comunitaria ha sido un elemento importante de formación política de la comunidad, compartiendo los programas y productos de otras radios y medios alternativos y estableciendo un espacio libre de discusión e información, buscando alejarse de las malas prácticas y vicios amarillistas y tergiversadores de los medios corporativos. La radio ha sido un instrumento de lucha para la liberación de las mujeres quienes encuentran en ella un espacio de incidencia, denuncia y expresión. Un ejemplo claro es el proceso de la radio comunitaria La Voz del Gualcarque en Río Blanco, Intibucá, Honduras que, entre otros temas, brinda información en contra de la construcción de la represa asesina "Agua Zarca". Tal ha sido la fortaleza que la radio ha dado a la comunidad que la empresa pagó para montar una radio en la misma frecuencia y entorpecer la frecuencia de La Voz del Gualcarque. Sin embargo, lo que no puede pagar el dinero sucio de esa represa es el trabajo comunitario y la alegría de la gente de poner su antena, construir su cabina y organizarse para que cada uno, desde sus posibilidades, participe en la radio de toda la comunidad. Es por eso que desde allí se sigue construyendo comunicación popular y denunciando el asesinato de nuestra compañera Berta Cáceres, quien perdió la vida por incentivar la organización y rebeldía del pueblo Lenca. Día tras día constatamos que la comunicación en manos de los procesos y en los diversos formatos que adopta, es una herramienta fundamental para caminar las luchas. Juntando ésta a otras formas de organización podemos hacer frente a las embestidas del capital para seguir construyendo día a día la vida digna que merecemos vivir.   Foto : Campaña del MovimientoM4 en el marco del Día de acción global contra la megaminería, el 22 de julio. Foto del MovimientoM4abc

Kallpa TV Canal/Escuela: Comunicación popular en el Norte Argentino

¿QUÉ ES EL WAYRURO? El Wayruro es una semilla de fuerte contenido mítico – religioso dentro de los grupos Aymaras y Quechuas del área andina. Es creencia dentro de los andes centro-sur, que juntando estas semillas rojinegras en un recipiente, las mismas se reproducen, crecen en tamaño y cantidad... De ahí nuestro nombre, bajo la idea de juntarnos, discutir y crecer en busca de una sociedad donde valores como la solidaridad, la igualdad y la justicia sean los ejes sobre los cuales nos reproduzcamos, nos contagiemos y seamos cada vez más.   Los comienzos Hacia el año 1994, en la provincia de Jujuy en el Noroeste Argentino, un grupo de estudiantes de la Facultad de humanidades y Ciencias Sociales, comenzábamos casi sin darnos cuenta, a construir un colectivo de comunicación popular. Una modesta herramienta de comunicación alternativa y popular en el marco de la lucha contra el modelo neoliberal que imperaba en nuestro país. En esos años el trabajo del grupo consistía en la realización de modestos registros de las luchas de los trabajadores en formato VHS una revista (Wayruro que de manera trimestral salía por aquellos años) además de la realización de cartillas y documentos de trabajo, charlas, y video fórums. La misión de Wayruro, planteábamos en aquellos primeros escritos, “es promover una sociedad más justa, trabajando desde la comunicación popular, rescatando prácticas democráticas, solidarias y organizativas, apoyando la constitución, el fortalecimiento, y la articulación de sujetos sociales comprometidos con la búsqueda de un mundo mejor, consciente de sus problemas y activos en la búsqueda de soluciones”. Hoy, en el año 2017 Wayruro cumplió 23 años de ininterrumpida labor, en el Noroeste argentino, en el fortalecimiento de organizaciones de base utilizando en su trabajo, principalmente, la comunicación popular como instrumento para la sensibilización, educación, experimentación, denuncia. Actualmente, además de la producción y realización de documentales (llevamos más de doscientos trabajos realizados), trabajamos en el fomento y la difusión, y coordinamos decenas de procesos de capacitación en comunicación popular destinados a organizaciones sociales. A lo largo de estas dos décadas, Wayruro Comunicación Popular, transitó un camino diverso que obligó a reorientar el rumbo, en función de la coyuntura y las necesidades. En los primeros años, nuestras diversas tareas y registros eran “sobre” organizaciones sociales: sindicatos, organizaciones campesinas, de derechos humanos y desocupados entre otras, es decir, nuestro trabajo registraba y realizaba distintas tareas y trabajos (audiovisuales, en radio y gráfica) sobre estas organizaciones. Hacia fines de los años 90s y los primeros años del siglo XXI, sentimos que esto no era suficiente y que antes que nosotros “contar” las historias de las organizaciones, eran ellas mismas quienes tenían que adquirir las herramientas para armar sus propios relatos. Fue así que decidimos comenzar a hacer talleres e instancias de formación a partir de técnicas de educación y comunicación popular, fortaleciendo así a decenas de organizaciones de la Argentina, Latinoamérica, inclusive algunas de Europa. Este paso de democratización de nuestra experiencia y nuestras prácticas, fue muy importante en términos políticos, ver trabajos realizados por campesinos, indígenas, compañeros de organizaciones barriales fue muy potente y movilizador, pero comenzamos a notar que aquellas producciones que los compañeros con mucho esfuerzo realizaban, encontraban sus caminos obturados, debido a que no eran muchos los medios y las formas mediante la cual podían dar a conocer sus trabajos… Subirlo a Youtube y Vimeo, moverlo por las redes sociales eran casi las únicas opciones posibles, pero casi no había medios comprometidos con sus problemáticas, su historia, sus luchas y demandas. Hacia el año 2008/09, un conjunto heterogéneo de comunicadores populares – la mayoría integrantes de la Coalición para una Radiodifusión democrática – empezó a discutir en foros y espacios asamblearios la reformulación de la Ley de Medios Argentina, planteando la necesidad de reformular el espectro radioeléctrico y hacia fines del año 2009 se sanciono la Ley 26522 de Servicios de comunicación audiovisual. Con este marco más que propicio, decidimos, como colectivo de trabajo en comunicación, dar un paso más y pensar en nuestro propio medio de comunicación, que involucre y sedimente el trabajo previamente realizado. Así nació la idea de “KALLPA TV”, un canal de aire cuya plataforma sean las organizaciones sociales, un canal que produzca contenidos y los emita, pero sobre todo que sea un Canal- Escuela, es decir un espacio formativo para que los equipos de comunicación de las distintas organizaciones incorporen herramientas de producción audiovisual para la Nueva TV en Latinoamérica. Un canal que intente transitar su propio camino, lejos de la lógica comercial de las televisoras existentes. Que es KALLPA TV Canal/Escuela Hablar de la Red Kallpa TV, es hablar de un sueño, de una propuesta mediática y pedagógica que experimenta sobre los límites de la educación popular, la comunicación alternativa, las formas de construcción de sentidos en el espacio público. Una propuesta de formación profesional para agentes de organizaciones sociales, y sobre todo un escenario de experimentación y debate sobre la construcción de una nueva comunicación. Alli la idea, pero como hacer este sueño realidad? Desde el año 2004, y a través de la iniciativa “La imagen del sur” muestra de cine social que se realiza anualmente en la ciudad andaluza de Córdoba, con Wayruro establecimos una fraternal relación de cooperación solidaria e intercambio, con CIC Bata, una comprometida ONG andaluza que al plantearle la idea de la Red Kallpa TV, rápidamente propuso caminos, y sugirió alternativas para hacer este sueño realidad, con el apoyo del Ayuntamiento de Córdoba. Con KALLPA TV. Queremos hacer una TV nueva que no tiene características definitivas ya que la estamos construyendo, pero que se sitúa en el campo popular junto a las organizaciones barriales, indígenas, comunitarias, campesinas, de DDHH, y propone una nueva comunicación que, retomando las valiosas experiencias previas en radio y gráfica, se proyecte y experimente en la búsqueda de una identidad propia, diferente a la que nos plantea la TV comercial. KALLPA TV pretende ser un medio cultural, educativo, informativo y de entretenimiento, de calidad, a pesar de los pocos recursos, aprendiendo de las múltiples experiencias previas. KALLPA TV no va a la disputa de la TV comercial, ni confronta con otros espacios, sino construye su propio camino, utilizando los escenarios existentes, la web que nos permitirá hacer una experiencia de transmedia para vincularnos, junto con las redes sociales, con un universo mayor al propio de la Red Kallpa. La idea es ir en búsqueda de otros espacios, y articular con organizaciones, tvs comunitarias, y colectivos de trabajo audiovisual de todo el país y Latinoamérica. En fin, una TV que experimente, aprenda y visibilice diversas experiencias, luchas y construcciones paridas de las entrañas de nuestro amplio territorio, dando lugar y espacio al surgimiento de nuevos relatos, a contar nosotros mismos nuestras propias historias.   Foto : El equipo de Kallpa TV. Fotografía de Wayruro Communicación Popular.abc